Por Geraldina Compeán
En la escuela no nos enseñan a enfrentar los retos cotidianos ni a entender por qué sentimos, pensamos o actuamos de determinada manera. Vamos reaccionando contra los hechos, contra las personas y las situaciones, sin poder comprender el gran regalo de aprendizaje que nos deja cada experiencia, porque cada una está diseñada para desarrollar nuestra consciencia. Aunque cueste trabajo creerlo, nosotros elegimos atravesar por esas experiencias. A lo largo de mi vida he tenido que pasar por diversas pruebas y resolver diferentes problemas. Muchos de ellos me tomaron años comprenderlos; mucho sufrimiento innecesario y hasta pérdida de salud. Tengo 53 años y hoy no percibo las cosas que me suceden de la misma manera que hace cinco o diez años. Digamos que dejé de sufrir. En la búsqueda de respuestas y estabilidad, encontré el Modelo de Semiología de la Vida Cotidiana.
¡Me cambió la vida! Aprendí a tomar responsabilidad de mis actos. Conocí y me reconcilié con mi ser, con mi historia y con cada uno de sus personajes, dejando de ser víctima para ser creadora de mi destino. En este espacio quiero compartir contigo algunas de las herramientas de este modelo que a mí y a mis pacientes nos han hecho toda la diferencia en la actitud que tomamos frente a las situaciones de la vida cotidiana. Una de estas herramientas es el Triángulo de las Actitudes, que nos ayuda de manera muy eficaz a tener conciencia de porqué generamos ciertas actitudes frente a situaciones cotidianas.
Cada uno de nosotros creemos, pensamos, valoramos y sentimos según los condicionamientos que aprendimos en la familia, la escuela y la sociedad en las que vivimos. En mi caso, hasta hace unos años, lo que pensaba de mí, mis valores, lo que creía que debía ser o sentir en cada situación, lo habían determinado estos factores.
Prácticamente, lo que un problema requieres de una resolución: no es necesario sufrir. Ni con tu pareja, hijo, madre, ¡o porque se te rompió una uña!, ¿a poco
no, hasta por eso, podemos hacer un drama?
Imagínate que vas en tu coche rumbo a una cita de trabajo muy importante y se poncha una llanta. ¿Cuál sería tu primera reacción? De seguro, una emoción conflictiva.
Aquí el Triángulo de las Actitudes resulta una herramienta muy eficiente, nos lleva a la autorreflexión: ¿Qué es lo que está pasando?, ¿cuál es el problema?, ¿qué me hace sentir?, ¿cuáles son las soluciones posibles?
Aquí entra la consciencia: cuestionar los valores, las creencias y los pensamientos que estoy teniendo en ese momento: “Yo ya sé, porque me acuerdo, que reaccionar puede empeorar la situación, y que me genera emociones de enojo, coraje o tristeza que solo afectan mi estabilidad emocional, física y mental”.
Aquí entra la parte creativa: el deseo de cambiar el resultado, para generar paz interna. Todos tenemos recuerdos que nos sirven de guía para saber cómo se pueden desenvolver ciertas situaciones; sabemos que nuestras reacciones muchas veces empeoran la situación, ¿o no?
Te invito a reflexionar y hacer lo siguiente cuando te encuentres en alguna situación que te genere una actitud aflictiva.
● Observa qué piensas, crees o es importante acerca de eso que te molesta.
● Piensa si fue alguien más quien te dijo que esa situación o idea no era la correcta. Quizás lo decían en tu familia o la religión que prácticas. Quizá tiene que ver con tu autoestima.
● Pregúntate si la manera en la que actúas es una reacción, o es una acción consciente, coherente con lo que piensas, sientes, y valoras.
Nos han dicho muchas cosas acerca de quiénes somos, basados en un modelo colectivo en el que no hay conocimiento del Ser integral e individual. Nos lo creímos y vivimos reaccionando desde el rechazo y el miedo.
Reflexionar sobre ello antes de actuar, te ayudará a tener mayor paz interna y mejorar la calidad de tus relaciones.
*Geraldine Compeán
Consultora y Comunicadora certificada en Semiología de la Vida Cotidiana®
Miembro certificado de la Asociación Internacional de Semiología de la Vida Cotidiana A.C.
Psicoterapeuta humanista Especialista en Adicciones Master Reiki
Thetahealer Logoterapeuta
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