Por Marcela Padua
Gracias a la creciente oleada global de atención sobre los temas de salud mental y a la puesta en marcha del desmantelamiento oficial de los hospitales siquiátricos públicos en México, mi primera intención para esta entrega fue la de cuestionar los motivos atrás de tal determinación.
No obstante, una frase de entre las declaraciones hechas por el titular de la Secretaría de Salud, Jorge Alcocer (“…un paciente, un individuo con alteraciones de salud mental y más ahora después de la pandemia, requiere una atención integral desde la familia”), despertó una curiosidad distinta, en dos vertientes.
La primera, a la que daremos una vista panorámica hoy: ¿desde dónde viene la tendencia que busca enterrar los viejos modelos de hospitales siquiátricos para dar cabida a nuevas formas de atención destinada a los enfermos mentales? Y la segunda, que revisaremos en posteriores entregas: ¿a quien se califica hoy en día como “individuo con alteraciones de salud mental”?
Manicomio, no. Centro Comunitario Intermedio, sí.
Pues resulta que han pasado varias décadas desde que la idea de transformar el modelo de hospitales siquiátricos -popularmente conocidos como manicomios-, ha estado creciendo en la comunidad internacional, buscando un esquema donde se distribuya la responsabilidad de su atención entre más jugadores.
Por ejemplo, entre 2007 y 2009, uno de los directivos de la OMS (Organización Mundial de la Salud), el doctor Benedetto Saraceno, explicaba enfáticamente tanto en documentos como en entrevistas y foros, acerca de la urgencia de modificar los qué y los cómo de la atención a los enfermos mentales.
Esto a través de un modelo en el cual se introducirían casas o comunidades de acogida intermedia, ubicándolas entre el hospital especializado en atención a la salud mental (o de atención siquiátrica) y el hogar del individuo afectado, dotando a tales comunidades con los necesarios apoyos correspondientes al entramado de la atención hospitalaria general, de manera tal que gradualmente una persona fuera readaptándose e insertándose en la vida social y familiar común.
México 2022
Pues bien, regresando a nuestro México, en el mar de la información contradictoria, parece que dejó de haber formalmente hospitales siquiátricos desde 2019 y que la Secretaría de Salud habla de su paulatina desaparición –que no su cierre-, para integrar la atención a la salud mental en hospitales generales –parte de los cuales serían los mismos hospitales antes siquiátricos que deberán transformarse en generales-.
Al parecer, los ejes del nuevo modelo de atención le dan igual peso a las adicciones y a la salud mental como parte de una problemática integral. Eso sí, presumiendo que todo debe estar avalado por consentimiento informado y expresa voluntad del individuo afectado.
Hay varias instancias a las que se puede recurrir -aunque confieso que para mi en este momento es bastante confuso el ámbito de actuación de cada una de ellas, así que continuaré indagando-. Entre ellas los Servicios de Atención Psiquiátrica, la Comisión Nacional contra las Adicciones y el Consejo Nacional de Salud Mental. A las que se suma CESAMAC (Centro de Salud Mental y Adicciones en la Comunidad).
Recomendaciones
Si tu salud mental esta afectada, lo cual sucede si presentas en forma recurrente ansiedad, angustia, crisis de pánico o fases depresivas. Si tienes adicción a sustancias farmacológicas o a drogas “de diseño”, al alcohol, al tabaco, etc. O bien, si padeces sicosis, esquizofrenia, etc., seguramente estás o has estado con tratamiento médico.
La recomendación es una sola: no abandones el tratamiento.
En tanto las aguas toman su nivel (es decir, mientras se aclara el mar de confusión informativa) y se definen claramente los nuevos parámetros para el funcionamiento de los llamados -hasta hace poco- hospitales siquiátricos, vale más la continuidad o apego a los tratamientos.
De igual manera, aprovechar los beneficios que brinda contar con una red de soporte emocional en la familia. Hasta que logremos identificar dónde te atienden si se quiebra tu salud mental.
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Marcela Padua es consultor organizacional y terapeuta. Durante varios años trabajó en el mundo editorial, como publisher y columnista. Fundó y dirige XARENI Consultores, firma dedicada a la comunicación, mercadotecnia y relaciones públicas, especializada en tecnología. En paralelo ha desarrollado un fuerte trabajo de preparación y práctica como terapeuta, alrededor de la medicina tradicional china y la alimentación consciente, teniendo como eje principal el ChiKung.
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