Limpiar la mente: Camino del Bienestar
Por Marcela Padua

Así como nos damos un baño, cepillamos los dientes, o lavamos nuestras manos con cierta frecuencia ¿hacemos lo equivalente para la limpieza mental? Es probable que la respuesta sea un NO.
A menos que tomemos conciencia de que tenemos un nivel de saturación de pensamientos negativos y tóxicos de tal envergadura que posiblemente nos empiezan a provocar síntomas físicos de agotamiento, insomnio, enojo y frustración.
Entonces, de la misma manera en que nos procuramos rutinas personales de limpieza física, es momento de identificar y poner en práctica actividades para la limpieza de nuestra mente.
A sacar lo que molesta
Una de las herramientas más sencillas para ello es tener a mano cuaderno y pluma, porque vamos a ir anotando uno por uno los pensamientos/ideas “negativos” que rondan nuestra cabeza todo el día, como, por ejemplo: “nada me sale bien”, o “el jefe no me responde porque la trae contra mí”, o “qué mala suerte, me levanté con el pie izquierdo…”. Y así, por lo menos durante una semana.
Este ejercicio nos dará una radiografía de lo que pasa por nuestra mente. Al leerlos, nos puede parecer hasta absurdo dedicar tanto tiempo y tanto esfuerzo a estos pensamientos. No obstante, verlos plasmados por escrito es apenas el comienzo.
Ya que sacamos del armario mental lo que molesta, toca el turno a depurar y ordenar, para lo cual tomamos cada pensamiento negativo y escribimos al lado una frase que exprese afirmativamente lo que queremos respecto a esa idea, por ejemplo, frente a “nada me sale bien”, anotamos “todo me resulta favorable”. Y así sucesivamente.
Los nuevos pensamientos van a ocupar el lugar de aquellos que eliminamos y, para que se instalen permanentemente, debemos repetirlos con nuestra voz interna, una y otra vez, insistentemente, ya que estamos reprogramando la mente.
Dedicar entre 5 y 10 minutos diarios a este ejercicio, genera cambios notables que te van a sorprender.
¡Estás aprendiendo a limpiar la mente!
Hay varios elementos tramposos que se interponen entre el proceso de sacar todo lo que molesta y reprogramar la mente. Entre ellos tenemos los que provocan “ruido”, es decir, distracciones que nos conducen a ciclos de pensamientos obsesivos, negativos, destructivos. Destacan:
a) la afición a estar actualizados en tiempo inmediato y constante respecto a las noticias mundiales, generalmente catastróficas, y
b) estar dándole vueltas a situaciones del pasado.
En ambos casos estas conductas nos desvían del camino de la limpieza mental, pero no son fáciles de eludir. Es necesario que tomemos una decisión, o más bien una serie de decisiones conscientes respecto a la manera en la que actuamos. Por ejemplo, podemos decidir que el día comienza con la escucha de lo que se conoce como frases afirmativas o positivas; hay muchas opciones en YouTube o Spotify. También es posible decidir que durante el día vamos a elegir un breve y único espacio de tiempo para que, sólo en ese momento, tengamos una actualización del acontecer en el mundo y en nuestro país, con lo cual acotamos el bombardeo de noticias alarmantes, protegemos nuestra mente y de paso ayudamos a limpiar las emociones.
¿Qué te parece? Pon a prueba estas recomendaciones y luego platícanos cuál es tu experiencia a partir de ellas.
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Marcela Padua es consultor organizacional y terapeuta. Durante varios años trabajó en el mundo editorial, como publisher y columnista. Fundó y dirige XARENI Consultores, firma dedicada a la comunicación, mercadotecnia y relaciones públicas, especializada en tecnología. En paralelo ha desarrollado un fuerte trabajo de preparación y práctica como terapeuta, alrededor de la medicina tradicional china y la alimentación consciente, teniendo como eje principal el ChiKung.
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